Ya en Camboya resumiré todo lo posible, ya que son demasiados días sin escribir y el trabajo se acumula.
Acabábamos de llegar a Phnom Penh, y la primera impresión no fue demasiado buena... Para empezar nos dirigimos a nuestro hotel, el cual tenía unas fotos muy bonitas en Booking, pero era "nuevo" en la página. Realmente creo que lo quitaron y lo pusieron con otro nombre.
Es la primera vez que vamos a un hotel donde tenemos una reserva y decidimos irnos. Para empezar había que subir dos pisos casi sin iluminación que tenía un toque de pasaje del terror. Después el de recepción como que no tenía muchas ganas de trabajar, nos lleva a una habitacion la cual fue nueva hace 30 años. Solo tenía una almohada, le pedimos otra y nos lleva una llena de mierda, se lo decimos y nos vuelve a llevar otra muy sucia 😆. El baño estaba encharcado y todo muy sucio. Así que decimos que ya buscaríamos algo cercano mejor, dejamos la llave en recepción (donde no había nadie), y cancelamos la reserva en Booking. En este aspecto decir que la página de Booking.com está muy bien para cobrar, pero cuando tienes algún problema se desentiende de todo.
Fuimos a uno cercano que aún sin ser una maravilla de guesthouse estaba limpio y con aire acondicionado. Además la familia que lo regentaba era muy risueña.
Phnom Penh results ser una ciudad en la cual el crecimiento está desbocado, rascacielos por todos los lugares. No entiendo la necesidad con una tasa de natalidad de 2,10 hijos por mujer...
El país tiene una historia reciente bastante triste, en la cual los Jemeres Rojos acabaron con el 20% de la población en tan solo 4 años de 1975 a 1979. Una dictadura cruel, donde la gente con estudios fue torturada y asesinada. La gente de las ciudades fue obligada a transladarse al campo para cultivar arroz. Los primeros en caer fueron médicos, profesores, monjes,....
La imagen superior es la entrada de Tuol Sleng, en tiempos fue una escuela hasta que se convirtió en un campo de tortura.
Las habitaciones estaban conformadas por camas metalicas donde encadenaban a cualquier enemigo del estado (aún siendo inocentes) y una caja de munición vacía, que era donde hacían sus necesidades.
Normalmente cuando estaban torturando a alguien y ya estaba en las últimas, paraban, lo curaban y volvían a empezar. Decir que lo curaban igual es demasiado, ya que solo les dejaban descansar y les daban agua de coco, ya que los médicos que quedaban habían tenido una formación de 3 meses.
En las fotografías superiores, el colegio con alambre de espinos del que nunca escapó nadie.
Daba igual si eras inocente, culpable o simplemente un niño. Torturaban a cualquiera que pasara por allí.
Un sitio muy duro para visitar, pero obligatorio.
A continuación relataré donde llevaban a los torturados, que no era otro sitio que al campo de exterminio.
A este campo fuimos al día siguiente, la gente lo hace en un día, pero ya tenía el cuerpo revuelto...
El campo de exterminio de Choeung Ek.
La visita sin audioguia sería una visita más, parecería un montón de campos verdes.
La audioguia relata cómo la música del recinto estaba a todo volumen siempre. Por un lado para subir la "moral" de los pueblos cercanos que no sabían lo que pasaba dentro y por otro lado para acallar los gritos de los asesinados.
Solían morir el mismo día que llegaban, pero a veces no era así. Para matarlos utilizaban picos, hachas, sierras,... Según la dictadura no valían ni una bala, así que se la ahorraban.
Unos de los sitios más duros es el árbol de la fotografía superior, en el asesinaban a los bebés contra el árbol, cogiéndolos de las piernas y golpeándolos la cabeza. Fue descubierto tiempo después de la liberación, debido a extrañas marcas y se confirmó tras descubrir la fosa común anexa.
Existen multitud de campos de exterminio por el país, pero este fue de los peores. El gobierno decidió construir el templo superior y en el están millares de cráneos humanos, para recordar y no se vuelva a repetir la historia.
Con esto acabo la parte dura que vivimos de la historia de Camboya.
Comentarios
Publicar un comentario