Llegamos por la mañana tras pasar toda la noche en el autobús.
Era el festival de la luna llena, y teníamos muchas esperanzas de ver todo al 100%. Cada luna llena, todo el río está repleto de farolillos, las barcas llenas de gente e iluminadas...
Como en la foto de arriba, queríamos coger una barca, pero... Empezó a llover, hicimos vida "normal", aunque el agua nos llegará a las rodillas en muchos casos. Una experiencia diferente, y de las cuales es mejor adaptarse que resignarse.
No pudimos tener nuestro paseo en barca estos días, pero pudimos ver la ciudad.
Con sus farolillos en los puestos
Visitar casas típicas, templos y sitos muy interesantes.
Al día siguiente, fuimos con unos amigos gallegos que conocimos en el free tour de Saigon, a las montañas de mármol.
Cinco montañas preciosas, que la leyenda dice que son las garras del dragón. De todas ellas la más espectacular y más visitada, asi como de pago (aunque el día que estuvimos era free ticket) es la del agua.
Una espectacular montaña cavernosa, con templos en su interior. Es inmensa, y está acompañada de caminos exteriores con bonitos miradores y senderos.
Después nos dirigimos a ver las otras montañas, que si no se tiene tiempo suficiente son prescindibles. Lo más curioso de una de ellas, es un templo en el cual un monje anciano además de darnos las mano, me apretó dos besos en las mejillas 🥰.
Nada más salir de la montaña más alejada están construyendo un templo de proporciones gigantescas y con una decoración espectacular.
Este dragón era uno que solo servía para acompañarte hasta la planta superior, no me cabe duda que cuando esté acabado será un reclamo turístico y religioso de primer nivel.
Más tarde era hora de nuestro segundo "objetivo" del día las barcas de cocos.
Paseo por la desembocadura del río, donde se montan fiestas y karaokes en otras barquitas con esta forma tan peculiar. Es muy entretenido y recomiendo ir, aunque sea una turistada.
Acabaríamos el día con más lluvia y con cena de despedida, con sus correspondientes cervezas, de los amigos gallegos que aunque tengamos destinos similares (Laos,Tailandia,...) no coincidiremos por fechas.
Se nota que están acostumbrados a estas lluvias, al día siguiente estaban limpiando el pueblo y dejándolo impecable,.como si no hubiera habido riada alguna.
Tocaría ir a nuestro próximo destino, Huế está vez en tren.
Es un viaje de unas tres horas para 100km, en el cual bordeas la costa, con unos paisajes vírgenes, donde solo los molesta la vía férrea.
Una vez en Huế , toca enfadarnos con los taxistas por querer cobrar un 250% lo que sería una carrera normal e iríamos a pata hasta nuestro próximo alojamiento!
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